Vistas de página en total

domingo, 26 de junio de 2011

Veo


Veo en tus ojos el amanecer de mis días
Veo en tus brazos la seguridad en mi vida
Veo en tu sonrisa la felicidad en la mía
Veo como cada vez que te veo
Se ilumina  mi existir.
Veo y te veo,
 y veo como deseo sentir tu piel
 tus besos, tus abrazos hasta el amanecer.
Pero también veo cada vez que te veo
Que esto es imposible, que no debo verte
Que no debo sentirte, desearte, quererte
Que solo yo te veo, que solo yo te deseo
Que solo yo te quiero
Al menos es lo que veo o lo que tal vez quiero pensar que veo.
Porque se que quererte es inadmisible
Pero por mas que lo sea
Por mas que sea imposible decirte que te quiero
Yo solo viendo tus ojos, escuchando tu voz
Sintiendo tus abrazos
Puedo ver que soy feliz.

miércoles, 22 de junio de 2011

No logro


No logro disociar en que momento deje de ser feliz
O en su defecto en que momento fui feliz
No logro encontrar el punto exacto de inflexión que me llevo a dejar de existir
Que me llevo a renunciar a vivir,
No logro encontrar la situación que me arrastro a la condena
A la oscuridad de mi habitación.
No logro encontrar el motivo que me llevo a la perdición
A la decadencia de mi interior…
No logro…no logro saber porque estoy sumergida en esta depresión,
En este mundo lamento y horror  
No logro calmar el dolor que corre por mis entrañas
Las lagrimas que recorren mi ser
No logro… No logro encontrar el sentido al vivir
Al sonreír, al ser feliz

domingo, 12 de junio de 2011

Se que es un error


No se que me esta pasando, no logro ver mas allá de tus ojos, se que tenerte en mi mente es un gran error, y se mas aún que quererte será mi perdición.
Deseo tantas veces jamás haberte conocido, deseo tantas veces que no estés en mis sueños, que no rijas mis pensamiento, deseo tantas veces borrarte de mi mente, alejarte de mi vida, pero no puedo, tu presencia es mas fuerte que mis deseos.
A veces creo que me estoy equivocando,  ¿a quien quiero engañar? Se que constantemente me estoy equivocando. Se que quererte esta prohibido, se que amarte me hará sufrir, se que solo en mis sueños te podre tener, se que solo en mis pensamientos te diré en secreto lo que siento. Se que es un error lo que esta sucediendo, pero no logro encontrar la forma de frenar mis sentimiento.
Y se que la desolación que me asecha constantemente jamás me dejara, que el desconcierto de mis pensamientos no me dejará amar a alguien más. Se que es un error enamorarme de vos, pero te veo y ya no me importa nada más. Y ahí es donde me dispongo a asumir los riesgos de equivocarme, a asumir la desolación, el error, y sobre todo a asumir mi propia perdición, todo porque, a pesar de tantas censuras, vale la pena verte sonreír, vale la pena escuchar tu voz, vale la pena desearte en secreto y sobre todo vale la pena amarte con tanta pasión.

jueves, 2 de junio de 2011

El desconocido


Estaba sentada en el banco de una plaza leyendo, como era habitual las tarde de verano que no trabajaba, cuando de repente vislumbre su figura, el sol iluminaba su rostro bello, aquellos ojos miel de mirada penetrante voltearon a observarme, una sonrisa perfecta emitieron sus labios y un leve hola le escuche pronunciar. Fue en ese momento cuando aquel hombre me cautivo.
Ya era de noche cuando emprendí el camino de regreso a casa, de repente en una esquina oscura, me topo con aquel hombre. Sin emitir palabra alguna, con una de sus manos rodeando mi cintura y con la otra apoyada sobre mi mejilla, comenzó a  besarme desaforadamente.
Su manos suavemente recorría cada centímetro de mi cuerpo, su boca mordía mis labios y su lengua delicadamente recorría mi cuello. Sentía como mi piel se iba erizando completamente, mi corazón comenzaba a latir cada vez mas fuerte, mi ritmo cardiaco se aceleraba constantemente, y poco a poco el calor se convertía en excitación.
Ese día llevaba puesto una pollera paisana blanca y una remera al cuerpo negra, sin sostén, era mi atuendo favorito. Sus manos delicadamente comenzaron a meterse bajo mi ropa, acariciaron mis pechos, subió mi remera y saboreo muy suavemente mis senos. Mi pollera lentamente comenzaba a subirse, mientras su tacto temeroso rozaba mi entrepierna, acercándose así a mis partes mas intimas.  En ese preciso momento saque su remera y observe su dorso desnudo, fue allí cuando afloraron mis instintos mas bajos, comencé besándole el cuello, subiendo hacia su oreja y luego fui deslizándome juguetonamente hacia abajo. Bese su dorso apasionadamente, rodé su ombligo con mi lengua, no sabía lo que hacia, solo como una fiera salvaje actuaba instintivamente.
Sin pensar en mi accionar, baje el cierre de su pantalón, el jean desplomó sobre el  suelo dejando al descubierto aquel bóxer gris prominentemente relleno, que mantenía oculto aquel excepcional miembro eréctil y rígido que tanto deseaba besar. 
Saboreo mis pezones, como quien saborea un helado un día sofocante de verano, mi piel se erizaba constantemente. Sus manos ardientes, se deslizaban por mi entrepierna. La yema de esos dedos en fuego casi sin tocarme acariciaban mi centro de placer, poco a poco me iba derritiendo de tanta excitación. Podía sentir como mi vagina se iba mojando, como cada gota de sudor recorría cada centímetro de mi cuerpo, como aquel desconocido me estaba haciendo suya sin siquiera poner objeción, como solo sus manos me hacían deleitar de placer.
 Apoyándome contra la pared, levanto mi pierna derecha haciendo que rodee su cintura, sus besos se hacían cada ves mas apasionado. Mi corazón palpitaba desenfrenadamente, sentía que me iba a explotar en cualquier momento. Su monumental miembro, con la mayor delicadeza, comenzó a introducirse lánguidamente en mi interior, cada minúsculo y lento  movimiento en mis adentro producía que mi cuerpo se contrajera como nunca, que un escalofrió constate recorría cada entrañas de mi ser, y mi mente murió por una fracción de segundo. Con nuestros cuerpos entrelazados fuimos unos sin saberlo. No sabíamos donde comenzaba uno y donde terminaba otro, solo podíamos sentir como el éxtasis de placer recorría cada milésima de nuestras entrañas. Sin fuerza alguna acabo la excitación, con uno beso apasionado sellamos nuestra despedida, cada uno emprendió su camino sin mirar hacia atrás.
Al llegar a mi casa, me acosté desnuda, mi cuerpo aun sentía el calor de aquel desconocido. Tiempo después llega mi marido, se recuesta sobre mí, intenta besarme, le esquivo la cara, quería conservar el sabor de esos besos apasionados que me había dado ese hombre de mirada intensa.
Como era habitual cada mañana me levante temprano y prepare el desayuno. Mientras desayunábamos mi esposo pregunta.
-¿Dónde estuviste anoche?
- No me lo vas a creer, estaba sentada en la plaza cuando me encuentro a Laura, mi amiga de la escuela, ¿te acuerdas de ella?; bueno como hacia mucho que no nos veíamos decidimos ir a cenar juntas para ponernos al día. Trate de llamarte pero me decía que el teléfono estaba fuera de servicio.- dije
- huy hace tanto que yo tampoco veo a Laura, deberíamos invitarla a cenar un día de estos. En cuanto al celular se me había quedado si batería así que por eso no te pudiste comunicar.- dijo él poniendo cara nostálgica mientras lavaba los trastos del desayuno.
Ambos salimos a trabajar, una vez fuera de casa al despedirnos, él me da un beso apasionado y me susurra al oído.
- ¡A que jugamos esta noche!.